Los niños, hijos de inmigrantes indocumentados, se están quedando prácticamente desamparados. El gobierno no les permite a sus padres seguir en el país, pero tampoco les proporciona a los niños la calidad de vida que les daban sus progenitores. Ahora estos dependen de la ayuda que les brinden familiares, amigos o entidades para subsistir en Estados Unidos.
La Fraternidad Americana es la única entidad que se encarga de proveerles asistencia a estos niños que quedan bajo la tutela de uno o de ninguno de sus padres. Mientras esta entidad sin fines de lucro se encarga de buscar cómo mejorar la calidad de vida de estos niños el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que durante el año 2009 irá en busca de unos 540 mil inmigrantes con orden de deportación vigente. El gobierno, por su parte, sigue mencionando la necesidad de una reforma migratoria, pero mientras logran un acuerdo estos niños siguen viendo cómo las autoridades irrumpen en sus hogares y repentinamente los separan de los seres que les proveen seguridad y estabilidad.
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