miércoles, 12 de agosto de 2009

Aplazada la reforma migratoria

Nadie se sorprende de que un político no cumpla su promesa; sorprendente sería que cumpliera con ella. Así que, se repite la historia…

El presidente Barack Obama dijo durante su campaña electoral que si resultaba electo se ocuparía de la reforma migratoria durante los primeros 100 días de su presidencia. Y puede que se interprete como dos cosas, o es una promesa a medias, o no cumplió. El tema en el Congreso se ha mencionado, pero se ha aplazado por unas razones u otras, pero lo cierto es que nada se ha hecho al respecto. Según Obama las demoras con la aprobación de la reforma de salud obligan a retrasar la presentación de una reforma migratoria hasta el periodo entre los meses de noviembre y marzo, esto si la agenda del Congreso fluye como tienen previsto. Tanto la reforma de salud como la reforma energética tienen prioridad en el calendario del Congreso. La reforma migratoria ni siquiera tiene una fecha para discutirse entre los demócratas y los republicanos. Según publican en univision.com el presidente dijo que él no tenía una "bola de cristal" para predecir su aprobación.

“Entiendo que no es fácil para el presidente ni su administración reparar un sistema migratorio que lleva años de fracasos encima, pero recibimos esta noticia con indignación y frustración debido a la confianza que el pueblo hispano depositó en el Presidente Obama y sus promesas de campaña. Sin embargo quiero que el pueblo inmigrante sepa que no es momento para desanimarse. No nos podemos dar por vencidos, es ahora cuando más necesitamos usar nuestros recursos –haciendo demostraciones y convocatorias - y mantenernos unidos en fe y esperanza para demostrar que somos y tenemos una voz en esta gran nación”, dijo Nora Sandigo, defensora de los derechos de los niños ciudadanos americanos e hijos de inmigrantes. Sandigo reconoció que la política es así y que no existe tiempo límite de los políticos en el que se pueda confiar.

viernes, 24 de julio de 2009

Separan familia de inmigrantes

Sweetwater, Fl. - El matrimonio Elías llegó a Estados Unidos hace 18 años. Establecieron una familia y tuvieron tres hijos. Pero, la madrugada del 2 de julio de 2009 la vida de todos cambió. Las autoridades llegaron hasta el hogar de la familia Elías y arrestaron al padre. Su destino: Guatemala.

Yoselyn Elías, de 13 años, Grevin, de 12 y Josué, de 11, ahora sólo viven con su madre, Mirna Elías. Según Mirna, para no dejar los niños, ciudadanos americanos, solos las autoridades optaron por ponerle un grillete a ella. Uno de los menores padece de diabetes y a Elías le preocupa la salud de éste, pues reconoce que en su país no tiene los medios económicos necesarios para brindarle a su hijo la ayuda médica que necesita. “Lo único que yo quiero hacer y estoy haciendo en éste país es luchar por mi familia, salir adelante, darles el estudio que ellos merecen porque yo no los tuve (estudios) en mi país. Yo quisiera que mis hijos salieran adelante con sus estudios y todo lo que merecen”, dijo Elías. Su situación se agrava, pues aunque no la deportaron con su esposo sabe que si no consigue la ciudadanía estadounidense antes del 3 de octubre, será deportada.

jueves, 23 de julio de 2009

Vuelven a protestar

Sweetwater, Fl. - Los hijos de inmigrantes indocumentados volvieron a protestar ante el retraso de la reforma migratoria. Decenas de niños, ciudadanos norteamericanos, con bandera estadounidense en mano, corearon al unísono “no me dejes solo, I want my mom and dad”.

Nora Sandigo, directora ejecutiva de la Fraternidad Americana, acompañada por el abogado y presidente de la Fraternidad, Alfonso Oviedo, hablaron en nombre de los menores. Estos hicieron un llamado a la Comisión Internacional de Derechos Humanos. “Vamos a lograr tocar el corazón del Presidente (Barack Obama) tarde o temprano. Si el Presidente no quiere escucharnos acá, en Estados Unidos, va a tener que pasar la vergüenza de que a nivel internacional le digan, ¿qué está pasando con tus hijos?, ¿qué está pasando con los niños ciudadanos americanos en tu propia casa?”, dijo Sandigo, representante y defensora de los niños ciudadanos americanos hijos de inmigrantes.

Con evidente dificultad para expresarse en español, la adolescente Kenvelin Villalta, habló en nombre de los niños, que en estos momentos se encuentran separados de sus padres y de aquellos que podrían estarlo. “Yo sé cómo están sufriendo estos niños. Yo pasé por todo esto. Yo estoy aquí para apoyar a los niños que pronto van a estar con mamá o papá que fueron deportados. Sé que es difícil, yo estoy aquí para darle esperanza”, expresó Villalta, la única de las jóvenes presente que pudo hablar, ya que los demás fueron traicionados por las emociones y no pudieron.

La protesta culminó con la entrega de canastas de alimentos y útiles escolares para cada niño, artículos que fueron donados a la Fraternidad por diversas entidades.

Mira imágenes de la protesta.


domingo, 19 de julio de 2009

Polo pide a Obama considere las pólizas migratorias

Miami, Fl. - La abogada Ana María Polo, del programa Caso Cerrado de la cadena hispana, Telemundo le envía un mensaje al presidente Barack Obama y a su esposa Michelle Obama. “Antes de que usted se siga preocupando tanto por la maldita economía haga un paro inmediato, por favor, y considere las pólizas migratorias hacia los hispanos en éste país”, dijo Polo.

Mira el mensaje completo aquí.

jueves, 16 de julio de 2009

Irrumpen las autoridades en la paz de los hogares

Homestead, Fl. - La familia Villalta me abrió las puertas de su hogar para contarme la experiencia que afrontaron debido a la ausencia, entre los documentos de René Villalta, de la famosa “tarjeta verde”… la ciudadanía. La casa es humilde, las paredes están decoradas con imágenes de ángeles y de objetos religiosos y un sentimiento de unión familiar puede percibirse desde el primer instante.

La tranquilidad que se percibe en el hogar fue irrumpida por la policía de la ciudad de Homestead, donde reside la familia, y los agentes del Servicio de Inmigración (ICE) la madrugada del 27 de marzo de 2008. Ha pasado más de un año desde entonces, pero las consecuencias siguen latentes en la vida de esta familia.

Una casa rodeada por un batallón de oficiales armados, varias patrullas policiacas y ninguna orden de arresto, ni de cateo fue todo lo que necesitaron para ingresar en la casa y llevarse arrestado a Villalta, quien no prestó resistencia y quien por casi 20 años ha contribuido a la economía de Estados Unidos.

Villalta denuncia la forma en la que las autoridades entraron en su hogar.



Lamentablemente, esta situación no es aislada. Pues además de las redadas, los arrestos en los hogares son una de las formas en las que las autoridades están encontrando a los inmigrantes indocumentados. Como si el arresto no fuera suficiente las autoridades empeoran el momento, pues su trato para con algunas personas no es el más adecuado. Estos no reparan ni siquiera ante la presencia de niños y jóvenes.

Los menores de la casa, Kenvelin y Jonathan, de 12 y 5 años respectivamente, estuvieron presentes durante el arresto, luego de que fueran despertados por el escándalo formado por las autoridades. Jonathan, quien entonces tenía cuatro años le preguntaba a los oficiales por qué le ponían esposas a su papá. Las autoridades respondían “lo vamos a llevar al doctor”. Pero el niño no creía en esta respuesta y les cuestionaba por qué si iban al doctor usaban “eso”, en referencia a las esposas.

“Esos vinieron peor que animales. Ellos vinieron con sus groserías, a insultarme, a insultarlo a él (a Villalta). A hacer desorden… a eso fue que vinieron. Me dijeron que por qué yo les estaba contestando, que si yo no me callaba me iban a quitar a mis hijos y me iban a deportar con él a El Salvador”, dijo Portillo. Lo que desconocían las autoridades o que conocían, pero no les importó es que a Portillo no la podían arrestar porque ella está legalmente en Estados Unidos, razón por la cual tampoco podían quitarle a sus hijos, quienes son ciudadanos norteamericanos.

Villalta fue detenido por 53 días. Según él, compartió celdas con personas que estaban encarceladas por diversos delitos. Estuvo en distintas cárceles, incluyendo federales y privado de los medicamentos y la atención médica que requiere debido a la diabetes y presión alta que padece.

Luego de 14 meses en los tribunales, Villalta con la ayuda de su esposa y Nora Sandigo, defensora de los derechos de los niños, ciudadanos norteamericanos e hijos de inmigrantes indocumentados, consiguió un Estatus de Protección Temporal (TPS) que le permitirá trabajar.

“Desde que vine agarré un permiso de asilo político, he pagado taxes, tengo seguro social, como todo ciudadano americano. Entonces lo que viene de ahora en adelante es una lucha en la cual no es fácil, porque tengo unas deudas todavía, a través de éste proceso que ha sido un proceso muy caro. Estoy esperando que me llegue la tarjeta del permiso para poder ir a trabajar y continuar luchando como lo he hecho todo éste tiempo para que mis hijos y mi señora tengan una vida como la que hemos tenido durante estos años”, dijo Villalta.

La familia Villalta perdió su casa, su camioneta, y muchas de las cosas por las que durante casi dos décadas trabajaron. El servicio eléctrico lo obtuvieron luego de 10 meses sin éste, gracias a una fuente anónima que pagó la deuda de más de mil dólares que debían a la Compañía Florida Power & Light. Actualmente Portillo labora en un vivero para sostener el hogar.
Eventualmente podrán recuperarse del golpe económico que le causó el arresto del padre de familia, quien llevaba el sustento al hogar. Pero, será imposible que borren de la mente de sus hijos el impacto que les causó ver como esposaban y se llevaban arrestado a su papá como si fuera un delincuente.

La experiencia vivida por la familia Villalta los llevó a convertirse en activistas defensores de los inmigrantes indocumentados. Son la voz de muchos que no saben cómo defenderse. Incluso, la hija adolescente de la familia ha aparecido en los medios de comunicación en representación de los niños, que como ella, han sufrido las consecuencias de los arrestos y las deportaciones.

Escucha lo que Kenvelin le diría al Presidente Barack Obama




sábado, 11 de julio de 2009

Cumpleaños que no fue feliz

Miami - Fl. - Ronald vivía con sus padres y su hermana, Cecia de 13 años, pero éste año le tocó celebrar su décimo cumpleaños únicamente al lado de Cecia, quien afirma que desde que su madre fue deportada ella pasó de ser la hermana a ser la mamá; Ronald lo afirma. Haber tenido una pequeña fiesta de cumpleaños se lo debe a la directiva de la Fraternidad Americana. El tradicional Happy Birthday sirvió para finalizar la conferencia de prensa en la que cuestionaban al presidente Barack Obama por qué se está retrasando la reforma migratoria que prometió.





Tanto Ronald, como su hermana, acapararon los medios de comunicación a comienzos de éste año cuando en un intento por frenar la deportación de su madre, Maricela Soza, hicieron una huelga de hambre. Ese esfuerzo no surtió efecto y hoy los hermanos Soza viven con una tía.

Ronald y Cecia Soza (arriba) durante su huelga de hambre.

Sandigo le reclama a Obama

Florida - Nora Sandigo (derecha) es la representante y defensora de más de 600 niños, hijos de inmigrantes indocumentados. Como directora de la Fraternidad Americana se ha dado a la tarea de mantener en los medios de comunicación las situaciones que afrontan los niños una vez sus padres son arrestados o deportados.

Sandigo envió una carta abierta al Presidente Barack Obama y éste fue su reclamo…

Por primera vez en muchos años, millones de personas en Estados Unidos vieron un rayito de esperanza y una pronta respuesta a sus suplicas por justicia en la última campaña presidencial, durante la cual el entonces candidato presidencial Barack Obama promocionó y habló de la reforma migratoria como una de sus prioridades principales una vez en la Casa Blanca. Sin embargo, han pasado 6 meses y mientras que Washington atiende diligentemente otros asuntos nacionales e internacionales, no puedo evitar preguntarle al Presidente Obama, “¿Qué sucedió con su promesa de una pronta reforma migratoria a los millones de inmigrantes en Estados Unidos y el gran porcentaje de Latinos que dimos nuestros votos para elegirlo como nuestro presidente?” Su presidencia es sin duda histórica y excepcional. Sus primeros 100 días en la presidencia probaron ser exitosos con todos sus logros y nombramientos oficiales, pero ya pasaron y aún estamos esperando a que se inicien las charlas para la reforma migratoria, aunque usted dijo que tenía planes de empezarlas en Mayo. ¿Cuántos días más tendremos que esperar para que un plan de reforma sea diseñado y presentado al Congreso y el Senado para que lo revisen y se establezca la atmósfera correcta para que sea implementado?

Lo que me preocupa de esta situación es que la demora en responder a éste asunto no refleja el carácter del hombre al cual vimos expresar hace unos cuantos meses gran preocupación por la separación de las familias, por las fallidas leyes y políticas migratorias. Se nos fue prometido un cambio en la ley que protegería la unidad familiar y se enfocaría en criminales y terroristas, no en familias que siguen las reglas de la sociedad y las leyes a pesar de su falta de estatus en este país. Como la defensora de cientos de niños, líder comunitaria y activista que está en contacto directo con cientos de estas familias y ha visto su dolor por muchos años, me preocupa que la política continúa siendo la misma que durante otras administraciones presidenciales. Aunque bien es cierto que ha habido muchos cambios positivos durante estos pocos meses, la política migratoria continua igual y esta situación me hace preguntarme si será posible que nuestro presidente fomentara la misma política que criticó tan fuertemente durante su campaña.
Siempre he creído que las cosas y los problemas no son iguales durante las elecciones – la perspectiva y la visión de cómo debe ser manejado un asunto cambia una vez el candidato toma su cargo oficial como presidente. Durante las elecciones el candidato se imagina una solución, pero una vez presidente dar a luz esa visión es un proceso complejo que requiere mucho mas disposición que la simple intención de llevarlo a cabo. La elección de nuestro presidente representa un cambio positivo para nuestra nación y un gran avance de quienes somos y lo que hemos logrado como el pueblo Americano. Sin embargo, aún tenemos mucho camino por recorrer para continuar desafiando los estereotipos, y éste cambio tendría un mayor impacto si beneficiara y otorgara poder a todas la minorías en nuestra nación. Es importante tener presente que aunque muchas minorías hoy en día disfrutan el privilegio de la ciudadanía Americana, en última instancia son los hijos, nietos o descendientes de inmigrantes.

Los Estados Unidos es una nación de inmigrantes – los padres de esta gran nación eran inmigrantes -, y no olvidemos que ellos fueron los autores de la esencia de nuestra Constitución “igualdad y justicia para todos.” ¿Acaso hemos olvidado nuestra historia y los grandes hombres y mujeres que cruzaron océanos y continentes en busca de libertad, esperanza y un mejor futuro? Aún más, América olvida que nuestro actual presidente Barack Obama personifica y expresa el sueño de los padres de nuestra nación, nuestros primeros grandes líderes y presidentes (los cuales eran inmigrantes), ya que él es el hijo de un inmigrante. ¿Qué responden a todo esto los Americanos que implacablemente condenan a los inmigrantes y abogan para quitarles sus derechos, sus sueños y sus familias, al haber elegido al líder que representa el cambio y la esperanza que nuestra nación tanto anhelaba siendo el hijo de un inmigrante? Nuestra nación anhelaba un líder que pudiese ponerse en nuestro lugar y entender las peticiones de otros aparte de la elite de nuestra sociedad; un líder que desafiara las creencias comunes y fallidos patrones de gobierno. Nosotros elegimos un líder que representaba cambio y esperanza, y es eso exactamente lo que esperamos ver porque sabemos que es posible.

Creo fielmente en el liderazgo y la sabiduría del Presidente Obama, y creo que la reforma migratoria es una meta alcanzable aún cuando va en contra de la agenda política de Washington. No estoy cuestionando las habilidades del Presidente Obama, mi única pregunta es ¿CUÁNDO? Ya se cumplieron más de cien días. ¿A los millones de personas que pusieron su confianza en él están preguntando cuánto tiempo más pasará para que sus promesas de campaña sean cumplidas?

Presidente Obama, haga historia, firme una orden ejecutiva que pare las redadas migratorias y deportaciones, ¡haga la reforma migratoria una realidad!

Nora Sandigo
Representante y Defensora de los Niños Ciudadanos Americanos Hijos de Inmigrantes
Directora Ejecutiva de American Fraternity

viernes, 10 de julio de 2009

No me dejes solo

Sweetwater, Fl. - Estrella Manuel (izquierda) tiene dos años, sus padres son guatemaltecos y ella forma parte del grupo de niños ciudadanos norteamericanos que claman “No me dejes solo”. Esta frase le da título a la nueva campaña de la Fraternidad Americana que busca recaudar fondos para poder cubrirle a estos menores sus necesidades básicas, entre ellas, techo, calzado, ropa, alimento, útiles escolares y la ayuda de profesionales de la salud.

Los niños, hijos de inmigrantes indocumentados, se están quedando prácticamente desamparados. El gobierno no les permite a sus padres seguir en el país, pero tampoco les proporciona a los niños la calidad de vida que les daban sus progenitores. Ahora estos dependen de la ayuda que les brinden familiares, amigos o entidades para subsistir en Estados Unidos.

La Fraternidad Americana es la única entidad que se encarga de proveerles asistencia a estos niños que quedan bajo la tutela de uno o de ninguno de sus padres. Mientras esta entidad sin fines de lucro se encarga de buscar cómo mejorar la calidad de vida de estos niños el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que durante el año 2009 irá en busca de unos 540 mil inmigrantes con orden de deportación vigente. El gobierno, por su parte, sigue mencionando la necesidad de una reforma migratoria, pero mientras logran un acuerdo estos niños siguen viendo cómo las autoridades irrumpen en sus hogares y repentinamente los separan de los seres que les proveen seguridad y estabilidad.