jueves, 13 de mayo de 2010

El peso de las palabras


El tema de la inmigración es discutido constantemente por los medios de comunicación. Las noticias sobre redadas, deportaciones e incluso la aprobación de leyes que son totalmente indignantes hacen que escuchemos constantemente los términos “ilegales” e “indocumentados”.

Según el diccionario “ilegal” es un acto que es contra de la ley. Mientras que “indocumentado” es dicho de una persona que no lleva consigo documento oficial por el cual pueda identificarse, o que carece de él.

La Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ, por sus siglas en inglés), el 15 de septiembre de 2009, envió un correo masivo en el que instaba a, sus alrededor de 1,500, miembros a no utilizar el adjetivo ilegales para referirse a aquellas personas que entran en un territorio sin permiso para hacerlo.

Por su definición, usar el término ilegal hace que la expresión sea gramaticalmente incorrecta. Además la NAHJ aseguró que esto criminaliza y deshumaniza a la persona, y no a su acción.

Sin embargo, la aclaración ha sido pasada por alto. Continúo leyendo y escuchando de “ilegales” en los medios de comunicación. El término es peyorativo y hace que se pierda de perspectiva que los que abandonan su país, sus familias y amigos también merecen ser respetados y comprendidos. ¿Acaso no son seres humanos también?