miércoles, 1 de diciembre de 2010

“Sueña grandes sueños”

La revista Time incluyó al periodista y escritor Jorge Ramos en su listado de “los 25 hispanos más influyentes de Estados Unidos”. Otras publicaciones también lo han añadido a otras listas como “los 10 latinos más admirados de Estados Unidos, “los 101 líderes de la comunidad hispana” y los “100 latinos de mayor influencia en Norteamérica”, entre otros. Tantos reconocimientos forman parte de su incansable labor en los medios de comunicación. En noviembre de 1986 comenzó en Univision, una de las más importantes cadenas de la televisión hispana, aún permanece allí.

La columna que podrás leer a continuación fue publicada por él en su página cibernética, http://www.jorgeramos.com/. Al concluirla sabrás por qué la publico en este blog.


SUEÑA GRANDES SUEÑOS

Por Jorge Ramos Avalos

November 15, 2010
La gran crueldad del sistema educativo de Estados Unidos es que le ha permitido a millones de estudiantes indocumentados ir a la secundaria o highschool. Pero, después, les prohíbe ir a la universidad. Eso puede cambiar en los próximos días si el congreso en Washington deja a un lado la politiquería y se atreve a aprobar el llamado Dream Act.

Cada año más de 60 mil estudiantes se quedan sin ir a la universidad por problemas migratorios. El Dream Act beneficiaría potencialmente a dos millones de estudiantes indocumentados al otorgarles una residencia permanente si cumplen dos años de universidad o en el servicio militar.

Estos jóvenes no tienen la culpa de su situación migratoria. Los trajeron sus papás a Estados Unidos cuando eran bebés o menores de edad. Son, en esencia, norteamericanos. Pero no tienen los papeles para comprobarlo ni acceso a préstamos,
becas o ayuda federal. Y regresarlos al país donde nacieron sería otra crueldad: lo desconocen totalmente y, en algunos casos, ni siquiera hablan el idioma natal.
Hace poco recibí unas cartas de varios estudiantes indocumentados y quiero, sin identificarlos, compartir lo que me dijeron:

-“Algunas veces trato de imaginar…en qué momento otros empezaron a verme como ‘monstruo’. Pudo haber sido en 1993. Yo tenía cuatro años de edad. De la noche a la mañana mi visa expiró y me convertí en indocumentado.”

-“Desde que yo tenía cinco años, mi papá pasaba la mayoría del tiempo en este país trabajando…por esto, y por querer estar juntos, mis padres decidieron mudarse a los Estados Unidos.”

-“Nací en Tamaulipas, México, ubicado a dos millas del río Grande. A los cuatro años emigré junto con mi familia a Houston, Texas, y en pocos meses me convertí en una persona indocumentada.”

Tengo más cartas pero la historia se repite. Estamos hablando de jóvenes talentosos, con deseos de seguir estudiando, que pueden contribuir enormemente al futuro de Estados Unidos y del mundo…pero no los dejamos.
Hay que cambiar esto. Ya. Y esto es lo que el congreso puede hacer en los próximos días.
Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, está considerando seriamente poner el Dream Act a votación muy pronto, según reportó Político. En la Cámara de Representantes sí hay actualmente los votos necesarios para su aprobación.
Pero el problema está en el senado.

El líder del senado, Harry Reid, me hizo la siguiente promesa durante una entrevista unos días antes de las elecciones del 2 de noviembre:
-“¿Se puede comprometer ahora mismo a llevar el Dream Act a votación en el senado antes de fin de año?” le pregunté

-“Sí…la respuesta es sí”, me contestó. Pero después apuntó al verdadero problema. “Pero necesito a algunos Republicanos que me ayuden.”
Reid está dispuesto a cumplir su promesa. Pero eso no es suficiente.

El Dream Act no alcanzó los 60 votos que se necesitan para ser aprobado por el senado el pasado mes de septiembre. Ningún senador Republicano votó a favor. Y para que ahora sea aprobado se necesita, una vez más, la ayuda de los Republicanos.
Hasta el momento ninguno se ha comprometido a hacerlo. Pero aún hay tiempo para que reconsideren y cambien de posición.

Basta recordar que ningún partido político puede llegar a la Casa Blanca sin el voto latino y que el Dream Act es un tema apoyado mayoritariamente por los hispanos.
Los votantes latinos recordarán durante las próximas elecciones presidenciales del 2012 quienes ayudaron a sus jóvenes y quienes no lo hicieron.

Votar a favor del Dream Act es lo moralmente correcto, corrige una vieja injusticia, promueve la educación, demuestra humanismo y compasión, y hace de Estados Unidos un país mejor.

A estos jóvenes indocumentados les hemos dicho toda su vida que sueñen grandes sueños. No se vale impedírselos ahora.

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